lunes, 23 de febrero de 2015

Sexo de trabajo

Nuestro mejor cliente es uno que siempre nos paga el doble de la tarifa. Un cliente que nos aprecia mucho y nos trata muy bien, siempre en los servicios nos invita a cenar en los mejores restaurantes, copas y se aloja en suites en hoteles de 5***** Gran Lujo. Es un cliente inteligente, iba a decir con muy buen gusto, pero podría sonar pretencioso, jejeje 

Utiliza nuestros servicios de una manera muy curiosa, por que lo hace para hacer negocios. Es un empresario que hace la labor comercial de su empresa y cuando trata con interlocutores de otras empresas y estos son gays nos contrata a nosotros. Nuestro cometido es aparecer en la cena informal que tienen los dos empresarios después de las reuniones formales de trabajo, como unos amigos que pasan por allí y nos invita a cenar y luego unas copas con su socio. Nos unimos a la reunión de modo casual.

Durante este tiempo de charla y relax, nosotros tenemos que ligarnos al socio empresarial. Tenemos que desplegar todas nuestras armas de seducción para hacer que al final de la noche terminemos los 4 en el hotel de nuestro cliente haciendo un "cuarteto". Y hasta ahora se nos ha dado muy bien y eso que no es siempre fácil. 

El objetivo de todo esto, es que nuestro cliente ha visto que cuando termina en la cama con un asociado, la relación comercial se hace más fuerte y más rentable para él. Así que ganamos todos con la experiencia. 

El cliente que se auto-gestiona

Sé que no debemos hacerlo, pero habíamos conocido a un chico, un modelo de cuerpo escultural. Un chico que prestaba su cuerpo para hacer las típicas fotos de torsos de músculos perfectos que decoran los escaparates de las clínicas de estética. Un chico muy sexy y al final, la carne es débil y a media tarde terminamos los tres en la cama. Y terminamos del todo con un genial orgasmo.

Pero claro, después de correrte no puedes trabajar en un par de horas hasta que tu cuerpo se recupera. El problema es que nada más terminar llama un cliente, que viene en ese mismo momento para casa. ¿Y ahora qué hacemos? Por que la Viagra tarda una hora en hacer efecto, aunque la tomemos el cliente se va y no nos ha hecho efecto. 

Pero ante todo somos profesionales, así que nosotros hacemos el servicio como sea. Es cuestión de darlo todo por el cliente... Pero es uno de esos días que tienes la suerte de cara y aparece un tipo de cliente que nos era desconocido. El que se "auto-gestiona". Por que el chico se ha tumbado en la cama desnudo, con nosotros desnudo pero no quiere tocarnos, ni besos, ni nada, sólo quiere estar desnudo y nosotros desnudos a su lado, que él sólo se va masturbando. Así que ahí estamos nosotros muy aliviados por que no se requiere nada de nosotros más que estar ahí. Para el cliente la situación de los tres en la cama es más que suficiente. Podríamos estar haciendo crucigramas y el chico encantado. 

El chico termina y encantado con la experiencia. Nosotros encantados que todo haya salido tan bien y sobre todo que hayamos salido tan airosos de la circunstancia. Aprendida la lección... 

El heterocurioso

Una llamada un domingo a las 12 de la noche. Un cliente que tiene una fantasía y lleva toda la tarde viendo nuestro anuncio hasta que al final se ha decidido a llamarnos. Por suerte está a sólo 10 minutos de casa. Llegamos a una zona residencial acomodada y encontramos un chico joven, muy educado. Es un chico heterosexual, sin duda. Nos cuenta que nos ha llamado por que tiene una fantasía sexual que quiere cumplir, lleva una temporada por la fantasía de follar con un tío, pero por que le excita mucho ver a un tío follar a una tía. No termina de tener muy claro qué quiere hacer con los tíos, así que nos pide que nos pongamos cómodos, nos tomamos algo y vamos charlando hasta que se sienta cómodo y tenga claro qué quiere hacer. Está indeciso sobre que hace un heterosexual con dos tíos. 

Es un "heterocurioso" que se dice. Una persona que en un momento decide probar, que no significa nada, ni tiene por que ser gay. Sólo es cumplir una fantasía (y admito que son de mis clientes favoritos). En este caso no tiene claro qué quiere hacer, así que simplemente empezamos a charlar, contarnos nuestras vidas, trabajos, experiencias vitales, etc. Termina la hora y así seguimos, nos dice que se siente muy cómodo, que quiere seguir así que nos paga una segunda hora. Que está pensando mientras hablamos que cuando se decida qué hacer nos lo dice y lo hacemos. Así vamos hablando sobre diferentes temas sin que nadie se quite ni un zapato. 

La segunda hora termina y nos paga una tercera, quiere seguir así, quiere seguir con la posibilidad de que hagamos algo, pero no sabe qué, está indeciso, que necesita tiempo para decidirse. La tercera hora la pasamos compartiendo gustos musicales a través de videos de Youtube. No se decide a hacer nada, pero está tan cómodo con nosotros que le gusta las situación. Al final de la tercera hora nos despedimos y nos vamos. Al salir nos dice que lo que sabe es que en cuanto nos vayamos se va a masturbar pensando en nosotros....

Hemos cobrado tres horas de servicio por tomarnos unas copas con un tío muy majo y no quitarnos ni un calcetín. Y lo mejor es que al día siguiente nos ha escrito para decir que se lo pasó muy bien con nosotros y que nos volverá a llamar.