lunes, 22 de diciembre de 2014

Iniciación

La historia de hoy te la cuento en "Voz de off" ya que parte de ella no la he vivido. Nosotros fuimos los pupilos de unos amigos que nos enseñaron muchos secretos de este trabajo y ahora nos toca pasar el testigo. Se ha puesto en contacto con nosotros un chico que quiere ser escort. Nunca lo ha hecho pero necesita el dinero, además le gustamos y quiere estar con nosotros pero no puede pagar. Hemos pensado ayudarle, así que quedamos con él que venga a casa. Un chico guapo, de dentadura perfecta, aunque no tiene el cuerpo demasiado trabajado y los ojos estrábicos. No creo que de el perfil, pero cada persona tiene un gusto, veo otros escorts que se anuncian con nosotros y son chicos que no les veo la gracia por ningún lado, pero trabajan. Yo tampoco seré interesante a todo el mundo. 

Lo que hacemos es contar la verdad al chico. Este trabajo no es fácil, lo que yo cuento aquí es lo anecdótico, un porcentaje muy bajo de los clientes llegan aquí, el perfil habitual es un servicio que no destaca como para ser contado. Pero eso te lo da la experiencia, nuestra primera vez fue muy difícil, ahora aprendes a llevarlo y tratar al cliente con respeto, morbo y cariño, por que es lo que se espera de un buen profesional. Pero realmente si estás pensando que acostarte con cualquiera es fácil, lo mejor es hacer la prueba y mirar a alguien horrible por la calle y pensar si te acostarías con esa persona. 

Le explicamos el trabajo, la parte buena y la mala. El estómago, la paciencia, los tipos de clientes y muchas cosas. El chico parecía dudar a cada momento. Esto no es fiestas (que las hay) no es dinero (que lo hay) no es chicos guapos (que los hay)... son hombres que no ligan y quieren cumplir sus fantasías y tú tienes que ser el protagonista. Ni fácil, ni glamuroso, sólo un trabajo que tienes que hacer lo mejor posible para ser un buen profesional...

El chico estaba dudando cada vez más. Cuando el destino llama a la puerta en forma de cliente que quiere ir en ese momento. Quiere un servicio, además era un cliente especial por que es fetichista de las barbas y estaba más interesado en Markus, que tiene barba, que en mi. Y este chico tiene barba. El servicio era un masaje erótico, no sexo a saco, así que le dije al chico que si quería hacerlo él en mi lugar. Así tener una primera experiencia. El cliente había enviado foto (cosa poco habitual) y era un hombre de color, bastante atractivo, bueno para una primera experiencia. El chico aceptó con mucho miedo. Aunque en realidad no sabe lo afortunado que era de empezar junto a un escort profesional como Markus en su primera experiencia. Así que el cliente vino, yo desaparecí y ellos dos se fueron a hacer el servicio con la alegría del cliente de encontrar dos barbas. 

El chico no servía. Markusse hizo cargo del cliente sin mayor problema, por que el pobre novato no dio pié con bola y eso que era un masaje nada más. Pero vino muy bien por que ante la duda el chico tuvo su experiencia y ya sabes que no vale para ello, con la confianza y seguridad de tener un apoyo de dos profesionales en esta experiencia y con un cliente majo y agradable. Además le dimos parte del dinero y sobre todo lo que más buscaba... una sesión de sexo gratis con nosotros cuando el cliente se fue. 

Final sorpresa

En este trabajo somos la discreción hecha persona. Hay que ser siempre distante, impersonal, nunca pedir datos personales, ni el nombre, ni preguntas. Nosotros tenemos que ser la personificación de la fantasía del cliente y por eso tiene que ser todo irreal. Sin que su vida de fuera exista. Siempre somos y hacemos que el hombre viva lo que quiere vivir, no lo que ya vive.

Así que mejor que nunca haya referencias a su vida. No trabajo, no familia, nada... Así que en realidad nosotros no sabemos nada de los clientes y mejor así. Nuestro trabajo no es sólo sexual, es algo más complejo. Los clientes vienen a nosotros buscando lo que siempre han querido tener. Quizá por que somos dos chicos y eso nos convierte en mejores actores para una representación de sus fantasías. Para sexo sólo podría valen un chico sólo. 

Cada cliente quiere que hagamos un papel.. centrarnos en él por completo y otros que sólo quieren vernos. Los que quieren acción y los que quieren ternura. Los que quieren que les digas lo sexys que te resultan y los que quieren que les humilles. El cliente de hoy es de estos últimos. Es uno que repite con nosotros, le encanta la humillación, no con nosotros, nosotros somos dulces con él, pero lo que le pone es que le creemos historias en las que sufre humillación pública. Quiere que le relatemos situaciones hipotéticas donde tiene que hacer el ridículo y quedar como una mierda delante de desconocidos. Con eso se excita y así cada vez termina. 

Lo curioso es que es una persona importante, de la nobleza, de familia poderosa, como es asiduo sabemos cosas de él que nos cuenta y en este caso, sus maneras refinadas le delatan. Sorprende, pero nuestro trabajo es darle lo que quiere y lo hacemos con la mejor de nuestras sonrisas. A nosotros nos pagan por hacer esto y lo hacemos encantados. Que el cliente quiere que le adoremos como a un Dios, lo hacemos o si quiere que le demos dos ostias, ahí va Markus y se las arrea. 

Con este cliente cuando más humillante es la historia más se excita. Por suerte imaginación no nos falta, así que lo tenemos muy satisfecho y repite. La sorpresa ha venido hoy cuando al irse nos ha preguntado si nos importaba que se fuese con el uniforme. A nosotros nos ha dado igual. Lo raro es que era muy de madrugada, como las 4. Nos ha dicho que en caso de accidente o que le parase la policía es mejor ir con su uniforme. Y nosotros como siempre, pura discreción sin pestañear.... cuando se ha puesto el alzacuellos y se ha ido. 


El cowboy del rodeo

Estamos trabajando en Las Vegas mientras se celebra uno de esos macro eventos de esta ciudad que atraen a tanta gente. Un gran rodeo, por lo que han venido vaqueros de todo Estados Unidos. Tengo que admitir que tengo debilidad por los cowboys. Desde siempre me han puesto unas botas vaqueras, unos jeans ajustados, una camisa de cuadros e imprescindible el sombrero. Pues ahora la ciudad se ha llenado de sexys vaqueros que me tienen muy distraído. Mi propio Brokeback Mountain... Me gustan los tíos muy masculinos y los vaqueros representan uno de esos ideales de masculinidad.

Lo bueno es que un evento que atrae a tantos hombres, también trae más trabajo para nosotros y estos días están siendo muy buenos. Ya hemos estado con dos clientes que venían al rodeo como espectadores.  El servicio que te quiero contar, empieza cuando nos llama un cliente a las 9 de la mañana, que nos vayamos a su hotel en ese mismo momento, uno de los super hoteles de la ciudad, el MGM Grand. 

Sea la hora que sea uno está de servicio, así que sin desayunar siquiera estamos perfectos cuando abre el cliente la puerta... ¡Un cowboy! Pero de los de verdad, no es un espectador, es uno de los concursantes del rodeo. Joven, guapo y con toda la ropa de vaquero esturreada por el suelo, presidida por unas botas espectaculares. 

Ya en la cama vemos que tiene por el cuerpo hematomas de caerse del caballo o del toro, eso lo hace todavía más sexy. Tengo que admitir que un servicio así da gusto, por que la situación para mi era super morbosa. Tanto me he entusiasmado que me he excedido y en menos del 10 minutos el cliente se me ha ido. Me he esmerado tanto con el sexo oral (que se me da muy bien) que el chico no lo ha resistido y se ha ido enseguida. Una pena y un gran orgullo por otro lado. 

Antes de que nos hubiésemos puesto la ropa nosotros, el chico ya dormía como un bebé y yo encantado de haber catado un participante del rodeo y que le haya gustado tanto que se nos haya ido en minutos. 

El Escort que contrató Escorts

El servicio de hoy es raro, nos ha llamado el cliente cuando estábamos de marcha a las 3 de la mañana. Estaba en un hotel y quería que nos fuésemos con él. Estábamos en una discoteca, dejamos a nuestros amigos y nos fuimos a trabajar. Por el camino me soltó la novedad: era un escort. Nunca nos había contratado un escort a nosotros. Dice la norma, que para ser escort tienes que haber contratado alguna vez a otro escort, pero nosotros nunca lo hemos hecho. Ahora éramos los contratados, una situación muy morbosa. 

El hotel era un hotel de sexo, de los que se pagan por horas con una gran habitación duplex que en la parte inferior tiene la cochera para hacerlo todo de modo anónimo. La habitación muy grande con una cama como de agua, con un gran espejo en el techo, una pantalla gigante de televisión. El baño con las paredes de la ducha de cristal y una ducha enorme para poder hacer de todo ahí y que se vea desde cualquier parte. Una bola de luces de colores como las discotecas. Un poco demasiado obvio todo, pero eso también tiene su morbo. 

El escort que nos había contratado era un chico de unos 40 años, con tripa, muy lejos del pérfil que me esperaba, unos ojos bonitos pero no es el típico chico delgado, fibrado o musculoso de este mundillo. Nos contó que había tenido una buena noche, que había hecho 5 clientes y ahora le apetecía a él contratar escorts a su servicio. 

Lo alucinante es que no quería sexo. Quería hablar. Quería contarnos su historia, su vida y sobre todo quería que le hiciésemos preguntas. Nos desnudamos, nos tocamos, le tocamos y hasta follamos Markus y yo, pero el sexo apenas ocupó el 10% del tiempo. Todo el rato era él contándonos su vida. ¿Era todo verdad?¿Todo mentira?¿Algo de lo que nos contó era cierto? No lo sé y era tan fuerte que apenas me lo he planteado. 

Nos contó que era una familia entera de escorts, de bajo nivel, su madre era prostituta y su abuela regentaba un prostíbulo en Caracas. Que su hijo era escort con 14 años y que él trabajaba a veces junto con su primo que también era escort. Su mujer era también escort y estaba en Las Vegas ese fin de semana trabajando con un grupo de tíos y otras 3 chicas más. Lo curioso es que todos eran "escorts raw", es decir, personas que tienen sexo a pelo, sin protección ninguna. En el mundo de la prostitución vienen a ser como el último eslabón, por que son los que trabajan en la calle por cualquier precio y con prácticas de riesgo. En una ciudad como Miami que el SIDA es una epidemia hay que estar loco para hacer algo así. Pero existe una pastilla que se toma y es una vacuna contra la infección del VIH, se tiene que tomar todos los días que se tienen prácticas y para el 99% de las posibilidades de infección. Nos dijo que él y toda su familia la tomaban y todos estaban sanos.

De cualquier manera no tuvimos sexo con él. Aunque fue un buen servicio por que nos contrató por 4 horas. Pasamos casi toda la noche con él hablando. Curioso que nos contratasen con nuestra tarifa sólo por hablar, pero nosotros encantados.

Nos contó que como escort raw gana mucho por que muchísima gente quiere tener sexo inseguro y sabemos que es verdad por que nos han ofrecido dinero extra por hacerlo y siempre hemos dicho que no. Aunque nosotros tenemos la ventaja que entre nosotros podemos tener sexo sin condón que es algo que encanta a los clientes. Pero con ellos siempre con protección.

Él gana mucho dinero ofreciendo el sexo a pelo y su hijo nos dijo que mucho más por que tiene 14 años y el sexo a pelo se paga muchísimo más. Es una de las cosas de este trabajo, que aprendes a escuchar cualquier cosa sin inmutarte, como si fuera lo más normal del mundo. Los clientes necesitan desahogarse y no debes juzgar, sino mostrar toda la comprensión del mundo... para eso te pagan.

Así que escuchamos todo el dinero que ganan haciendo sexo inseguro, aunque luego se tomen la pastilla preventiva, cosa que me parece una barbaridad. Estuvimos 4 horas haciendo preguntas sobre como había sido su carrera como escort y me encantaría poder dar la lista de famosos que le habían contratado. Pero nunca lo haría.

Nos ha venido bien conocer a otro escort que tiene un trabajo tan diferente al nuestro. Una experiencia una sesión tan larga y bien pagada y conocer un hotel de citas tan original. Una familia entera de escorts ¡Wow! Sus navidades tienen que ser de traca....

viernes, 19 de diciembre de 2014

Cosmopolitan

Llegamos al aeropuerto de Las Vegas tras un largo viaje, recogimos el coche de alquiler e íbamos camino del hotel. Antes de despegar había publicado anuncios en las principales páginas de escorts de que estábamos trabajando en Las Vegas. Nos llegó un mensaje de un cliente que nos quería ya, en ese mismo momento. Le dijimos que estábamos camino del hotel para el check-in, que nos duchábamos e íbamos con él. Pero nos dijo que no, que nos duchásemos juntos y dejásemos el hotel para luego. Le dijimos que no íbamos solos, que viajábamos con amigos, nos dijo que fuésemos todos a su hotel, que nos invitaba a todos a copas y luego nos íbamos nosotros a su habitación los tres. 

Llegamos al Hotel Cosmopolitan. Uno de los más elegantes y el más moderno y cool de toda la ciudad. Nos estaba esperando al entrar. Un chico impresionante, israelí, muy alto, más que Markus y mucho más que yo. Guapo, sexy, con mucho atractivo, muy masculino. Un regalo para este trabajo. Tengo debilidad por los israelies. Nos llevó a uno de los bares más fashion del Cosmopolitan y nos tomamos una copas escuchando una música genial. Un cliente sexy que te paga copas en bares de moda... ahora entiendes por que nos gusta este trabajo.


Dejamos a nuestros amigos y nos fuimos a su habitación. El tío era puro morbo. Llevaba cuatro días en la ciudad y los 4 había tenido sexo. Nos enseñó la terraza de su pedazo de habitación y nos dijo que la última noche había follado en el sofá. Una máquina sexual de casi dos metros. 

Estaba deseando empezar, lo admito. Pero necesitaba una ducha, así que empezamos a quitarnos la ropa y ahí ya empezó el lío. Tan grande que podía con los dos a la vez. Comer boca como si no hubiera un mañana y yo enganchado al pecho, peludo y grande. Un tío fuerte de cuerpo trabajado. El calzoncillo encerraba la sorpresa de la polla más grande que había visto nunca y créeme que he visto muchas. Mi boca no daba para tanta polla, pero di lo mejor de mi.


Conseguimos llegar a la ducha los tres juntos, desnudos, nos aplicamos el gel los unos a los otros. La situación no podía ser más morbosa. Lejos de ser el típico cliente que contrata dos chicos para dejarse hacer, el israelí, tomaba la iniciativa. 

El sexo en la cama fue un no parar, menos mal que éramos dos, para uno sólo habría sido extenuante. Fue lo que se dice una sesión de sexo completa. Una hora follando sin parar. Y cuando digo follando me ruborizo. Cuando yo le vi la polla pensé que eso no me entraba a mi. Soy pasivo y me gusta que me penetren, pero no soy una puerta del Metro. No es fácil. Así que di por sentado que iba a ser imposible llegar a penetración con semejante arma. Pero estaba tan cachondo, el tío me ponía tanto y veía a Markus disfrutar tanto que estaba a mil. Lejos de estar trabajando, estaba siendo una sesión de puro sexo por placer

Llegó el momento y el israelí pidió guerra y con una buena crema (que al terminar la sesión nos regaló el bote de recuerdo) aquello entró perfectamente. No me lo podía creer, que semejante polla me hubiese entrado a mi que soy incapaz que jugar con el menor de los dildos. Pero estaba tan excitado que a mi cuerpo todo le venía bien. Tanto que pidió a Markus que me penetrara ¡Las dos pollas a la vez! Y el otro no se lo pensó apenas y antes de que me diera cuenta estaban los dos penetrándome a la vez. Fue super morboso, nunca lo había hecho y lejos de decir que sea mi experiencia favorita, si que la situación era tan sexual que lo disfruté cantidad. 

La hora contratada había caducado, pero aquello no terminaba. El israelí era un cañero que nos había puesto a los dos a mil y estábamos disfrutando tanto como si fuese un ligue nuestro. Así que al final pasó lo que no tenía que pasar y es que nos corrimos. En los servicios nunca nos corremos, es una norma. Por que si te corres, imposibilitas por unas horas hacer un buen servicio hasta que tu cuerpo se repone, así que salvo que el cliente te lo pida (y lo pague) nunca nos corremos con el cliente. Pero esta vez ya esa barrera con el cliente estaba superada y nos corrimos los tres. ¡Alucinante!

Estuve a punto de devolverle el dinero. El tío encantador, sexy a morir y una máquina en la cama. Un premio de cliente, de los que se disfrutan. Una llegada a Las Vegas extraordinaria. 

Su primera experiencia homosexual

Era casi la una de la madrugada cuando sonó el teléfono. Recién llegados a Madrid y con anuncios poco destacados en casi ningún sitio, sólo de paso, pero si cae un trabajo es bueno, pero no contábamos ya con ello. Un chico, tremendamente educado y formal al otro lado de la linea, risa nerviosa. Está saliendo de la cena de empresa de Navidad y se ha decidido a llamarnos. Encontró nuestro anuncio buscando "escorts serios" en Google y llevaba más de 12 horas con nuestro teléfono en el móvil sin atreverse a llamar

Nunca ha estado con un chico, ni con una chica. Una vida de represión que quiere que termine hoy. Animado por su propia decisión nos llama. Markus que sabe lo que hay que hacer, le anima a que sea en el momento, que si quiere venir, aunque sea tarde que venga ya. Si se lo piensa, un cliente así, se acobardará y volverá a ser el de siempre, reprimido. El chico, se anima a venir, aunque esté casi a una hora de donde vivimos. 

Su educación y buenas maneras le pueden y como viene de una cena, antes de llegar a nuestra casa, pasa por la suya para ducharse. Chico de muy buena familia, dos carreras, abogado de buffete de muchos apellidos, buen coche, bien vestido. Chico estresado que ha vivido para aprender y trabajar, un triunfador con una vida vacía. 

Álvaro le espera en la calle y le acompaña al piso, así se va rompiendo el hielo con las primeras palabras al aire libre, yo espero en casa sólo con los vaqueros, que vea el material que va a comprar. Nada más verme le suben los colores. Pide una Coca-Cola y fumar. Mmmmm La cosa promete. Realmente es su primera vez, está muy nervioso. No es la primera vez con un escort o en un trío, es la primera vez con otro tío

Nos lo explica. Tiene tanto miedo que estar a solas con un chico le daba miedo, así que la presencia de un tercero le da seguridad. Lo llevamos al dormitorio, que el reloj cuenta y este caso es difícil. No es un caso de tío caliente que te llama a la 1 de la madrugada por que quiere sexo. Es un chico que te ha llamado envalentonado por que quiere una experiencia, que es diferente. 

Markus y yo nos quitamos la ropa y dejamos la interior, para no intimidar. Le pedimos que se lave los dientes por haber fumado y que se desnudara a su ritmo. Normalmente ya estaríamos desnudos y empezaríamos la acción entre nosotros para calentar. Esta vez todo tranquilo, que la terapia no sea de choque

Se tumba en cama a duras penas, su cuerpo es feo, está un poco gordo y se siente avergonzado de estar junto a nosotros, delgados y fibrados. Nosotros lo integramos con nosotros, caricias entre los dos, abrazos, tiene que calmarse para sentirse cómodo, que vea que no le rechazamos. 

De cero a cien. Una vez superado el miedo llegan sus fantasías, lo que siempre quiso hacer y nunca se atrevió. Su favorito es Markus, le coge los pies y empieza a olerlos, siempre ha sido su fetiche. Hace lo mismo con los míos, pero su favorito es él. Se va centrando en él. Le abraza y le dice que es el chico más guapo con el que nunca soñó estar. 

El servicio es muy light, no hay sexo, acariciamos al chico, jugamos con su culo con la lengua y los dedos, imposible penetrarlo. Está demasiado emocionado por lo que está haciendo como para tener sexo y disfrutarlo. Hoy más que escorts somos psicólogos.

Su obsesión es Markus, no deja de pedirme perdón por "estar enamorado de él", no para de decirle "te quiero" y cosas como que quiere ser su esclavo, quiere que le ordene cosas, quiere hacer la compra para él.. Markus no sabe por donde salir, esto si que es nuevo, que un cliente se enamore de uno. Al final ante otra cosa le pide que cocine para él y Luis se emociona con la idea. Le pide que le ordene cosas, que le llame a cualquier hora para decirle que venga a ver si es capaz de dejarlo todo. 

¿Cómo te tomas algo así? Es la fantasía del cliente, estar con un chico, y llega más allá, consigue estar con un chico como Markus y pierde los papeles. El chico listo enamorado del escort, es como un guión de mala película. Menos mal que ha dado con nosotros, cualquier escort con un poco de picardía se podría aprovechar de la debilidad de un chico así. Desorientado, encoñado y con más dinero que cerebro. 

No deja de decir que quiere repetir, que vamos a vernos mañana mismo, que esto hay que hacerlo todas las semanas. Quiere aprender todo y saber hacer todo, que le enseñemos. Se siente afortunado de habernos encontrado. 

Como parte de su represión sexual, nunca se había masturbado. Casi me da un síncope cuando dijo eso. No me puedo imaginar 32 años sin sexo de ninguna clase. Masturbarse él mismo con la mano le hacía daño, así era labor de un experto. Me tocaba, Alguien que nunca ha tenido ni una paja, intentar comerle la polla era imposible, le faltaba gritar de la sensación. Pero con la mano con mucho lubricante y juegos de dedos se derretía. No tardo apenas en correrse gritando. La primera vez que se corría en una masturbación con la mano. 

Primera vez con otro hombre, primera vez que se corre, su primera experiencia sexual, aunque para mi fue más sensual... y además perdidamente enamorado de Álvaro. Un cliente que no se olvida.