lunes, 23 de febrero de 2015

El cliente que se auto-gestiona

Sé que no debemos hacerlo, pero habíamos conocido a un chico, un modelo de cuerpo escultural. Un chico que prestaba su cuerpo para hacer las típicas fotos de torsos de músculos perfectos que decoran los escaparates de las clínicas de estética. Un chico muy sexy y al final, la carne es débil y a media tarde terminamos los tres en la cama. Y terminamos del todo con un genial orgasmo.

Pero claro, después de correrte no puedes trabajar en un par de horas hasta que tu cuerpo se recupera. El problema es que nada más terminar llama un cliente, que viene en ese mismo momento para casa. ¿Y ahora qué hacemos? Por que la Viagra tarda una hora en hacer efecto, aunque la tomemos el cliente se va y no nos ha hecho efecto. 

Pero ante todo somos profesionales, así que nosotros hacemos el servicio como sea. Es cuestión de darlo todo por el cliente... Pero es uno de esos días que tienes la suerte de cara y aparece un tipo de cliente que nos era desconocido. El que se "auto-gestiona". Por que el chico se ha tumbado en la cama desnudo, con nosotros desnudo pero no quiere tocarnos, ni besos, ni nada, sólo quiere estar desnudo y nosotros desnudos a su lado, que él sólo se va masturbando. Así que ahí estamos nosotros muy aliviados por que no se requiere nada de nosotros más que estar ahí. Para el cliente la situación de los tres en la cama es más que suficiente. Podríamos estar haciendo crucigramas y el chico encantado. 

El chico termina y encantado con la experiencia. Nosotros encantados que todo haya salido tan bien y sobre todo que hayamos salido tan airosos de la circunstancia. Aprendida la lección... 

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