Hoy hemos tenido un servicio genial, contratados por 12 horas por un chico de la alta sociedad de la ciudad de US en la que estamos trabajando por unos días. Un chico culto, educado y con muy buenas maneras, guapo. Un servicio de una cena en un precioso restaurante francés y luego pasar la noche juntos con él.
Habíamos estado varios días hablando antes de llegar por que estaba algo nervioso, era la primera vez que contrataba escorts y tenía ciertos miedos y dudas que en las charlas con nosotros se le fueron pasando. Hemos quedado en su preciosa casa y nos ha contado la historia y qué era lo que le había llevado allí.
Estaba casado y su marido estaba en viaje de negocios. Pero antes de irse le había pedido que experimentara, probara cosas. Quería llevar su vida sexual un paso adelante y probar cosas, pero como nuestro cliente era el retraído de la pareja, su marido entendió que era mejor que experimentara por su cuenta. Así que al ver nuestro perfil, ver que éramos europeos, educados, con cultura y mundo, pensó que seríamos más afines.
Lo que esperaba de nosotros es tener nuevas experiencias y así poder estar más preparado para tenerlas en pareja y con alguien más. Explicar que la vida sexual de una pareja, como todo evolucionar, que se adapta a las necesidades y gustos de las personas. Que no todos tenemos que tener el mismo tipo de sexo. Que abrir tu pareja a nuevas experiencias es algo natural, que las cuestiones religiosas están fuera de la cama de las personas. Que se trata de hacer algo que te gusta y que os viene bien como pareja y que por supuesto no hace daño a nadie.
La relación monógama no está reñida con la relación sexual múltiple, como es nuestro caso. Que somos una pareja cerrada, muy fuerte, pero que para el sexo disfrutamos de la compañía de otros, siempre en pareja. Natural y divertido, sin que nadie tenga o pueda decir nada. Que no hacemos mal a nadie, al contrario, hacemos disfrutar, disfrutamos y además conocemos a muchas personas interesantes por el camino.
Y luego se trató de llegar al sexo. Tras la deliciosa cena y un poco de vino de más nos fuimos a su casa. Momento íntimo en el que fuimos poco a poco, beso a beso, caricia a caricia. Nosotros sabemos por experiencia que un primer trio puede ser algo perturbador por que la atención se tiene que dividir entre dos y a la vez tienes el doble de sensaciones. Sin embargo el cliente se adaptó perfectamente a nuestra presencia. Creo que se adaptó demasiado, por que el sexo duró más de tres horas. Hasta llegar a la extenuación. Pero fue genial, todo perfecto, sin problemas, puro disfrute. El marido de nuestro cliente tiene mucho que agradecernos y lo peor es que no lo va a saber nunca....
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