lunes, 22 de diciembre de 2014

El cowboy del rodeo

Estamos trabajando en Las Vegas mientras se celebra uno de esos macro eventos de esta ciudad que atraen a tanta gente. Un gran rodeo, por lo que han venido vaqueros de todo Estados Unidos. Tengo que admitir que tengo debilidad por los cowboys. Desde siempre me han puesto unas botas vaqueras, unos jeans ajustados, una camisa de cuadros e imprescindible el sombrero. Pues ahora la ciudad se ha llenado de sexys vaqueros que me tienen muy distraído. Mi propio Brokeback Mountain... Me gustan los tíos muy masculinos y los vaqueros representan uno de esos ideales de masculinidad.

Lo bueno es que un evento que atrae a tantos hombres, también trae más trabajo para nosotros y estos días están siendo muy buenos. Ya hemos estado con dos clientes que venían al rodeo como espectadores.  El servicio que te quiero contar, empieza cuando nos llama un cliente a las 9 de la mañana, que nos vayamos a su hotel en ese mismo momento, uno de los super hoteles de la ciudad, el MGM Grand. 

Sea la hora que sea uno está de servicio, así que sin desayunar siquiera estamos perfectos cuando abre el cliente la puerta... ¡Un cowboy! Pero de los de verdad, no es un espectador, es uno de los concursantes del rodeo. Joven, guapo y con toda la ropa de vaquero esturreada por el suelo, presidida por unas botas espectaculares. 

Ya en la cama vemos que tiene por el cuerpo hematomas de caerse del caballo o del toro, eso lo hace todavía más sexy. Tengo que admitir que un servicio así da gusto, por que la situación para mi era super morbosa. Tanto me he entusiasmado que me he excedido y en menos del 10 minutos el cliente se me ha ido. Me he esmerado tanto con el sexo oral (que se me da muy bien) que el chico no lo ha resistido y se ha ido enseguida. Una pena y un gran orgullo por otro lado. 

Antes de que nos hubiésemos puesto la ropa nosotros, el chico ya dormía como un bebé y yo encantado de haber catado un participante del rodeo y que le haya gustado tanto que se nos haya ido en minutos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario