lunes, 18 de mayo de 2015

Ensalda de Escorts

Los escorts contratamos a otros escorts. Por que nosotros también tenemos ganas de sexo o fantasías sexuales, a todos nos gusta estar con un chico guapo. Nosotros estamos para ofrecer una experiencia al cliente y nos gusta también tener nosotros experiencias, así que no debe sorprender que a la hora de buscar sexo, también nos parezca más cómodo y seguro llamar a un escort y contratarlo en vez de buscar por ahí. Así que hoy hemos tenido un servicio la mar de curioso, por que un escort nos ha llamado para contratarnos por tres horas. 

El servicio era en un hotel de sexo, uno de esos hoteles que se contratan por horas para tener relaciones sexuales discretas. De los que tienen grandes espejos en el techo, duchas de cristal para ver el interior, pantallas de televisión gigantes para ver películas pornográficas, luces de colores, etc. Algunos escorts que no tienen sitio propio privado utilizan estos hoteles para atender a clientes. Este escort es uno de ellos y también lo usa para su diversión. Hemos llegado y nos ha comentado que no íbamos a ser los únicos, que había llamado también a una chica, otra escort. Que él es bisexual y quería estar tanto con chicos como con chicas. Nosotros le hemos dicho, como es lógico que le hemos cobrado por estar con él, que nosotros no vamos a estar con la chica o que eso se paga como extra, por que el servicio es para una persona, igual que hay tarifas para atender a dos, etc. 

Nos ha dicho que no era necesario, que no íbamos a hacer nada con la chica. Lo curioso es que tampoco hemos hecho nada con él. El servicio ha sido de lo más divertido y curioso. La chica ha llegado y era espectacular. Operada y hecha como una muñeca Barbie, pero muy bien hecha, con un pecho impresionante (muy del gusto americano) y una cintura de avista antinatural, pero con un resultado precioso. Una chica muy guapa de cara y con una voz muy dulce. No sé como será en servicio, pero por imagen, un 10. Así que como nosotros, llegó, cobró y se desnudó. Y así fue todo el servicio, los 4 sentados en la cama charlando, desnudos y sin que apenas hubiera nada. Sólo en un momento nos pidieron a Marcus y a mi jugar un poco y ellos miraron, pero unos minutos. 

 Fue todo muy raro. Al salir, nos moríamos de risa, pensando ¿Qué ha pasado aquí? Uno de los servicios más surrealistas que hemos hecho nunca. Contratados para no hacer nada, charlar desnudos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario