jueves, 30 de abril de 2015

Cliente para el que no somos escots

Yo siempre digo que nosotros somos proveedores de fantasías. Ofrecemos al cliente la posibilidad de recrear una situación que quiera vivir y hasta ahora hemos ido viviendo toda clase de experiencias. Ser el novio, los amigos, los colegas, los follamigos, los ganchos.... hemos hecho de todo y sobre todo hacer vivir la experiencia de un primer trío en la cama con dos chicos. La experiencia de hoy es tan diferente que nuestro cliente no sabe que somos escorts, pero nos paga. Te cuento. 

Yo uso Grindr que es una aplicación para ligar con chicos en el movil. Markus y yo tenemos una vida sexual como pareja, los dos solos y ademas con nuestros clientes, que es algo que también disfrutamos. Pero a veces, metemos un tercer chico, elegido por nosotros (o cuarto...) por placer. Así que una mañana después de correr por la playa, esperando a un amigo entré a ver chicos. Yo soy educado siempre y siempre respondo a los mensajes, aunque sea para decir que no es mi tipo de chico, pero uno se empeñó aunque le dije eso y me ofreció dinero. Me hizo gracia por que si quieres contratar a un chico tienes páginas donde los escorts ofrecemos nuestros servicios, pero entrar a Grindr para ofrecer pagar. Pero bueno, es trabajo salga de donde salga. Le envié foto de Markus y le dije que trabajábamos los dos juntos y el precio y aceptó. 

Quedamos con el "cliente" en su casa, un cubano encantador que estaba muy nervioso, pero al que tranquilizamos y dimos el servicio que él quería. El buen señor alucinó, tanto que ya camino de casa empezó a escribirnos que se había enamorado de nosotros ¡De los dos! Esta es nueva, siempre era de uno u otro, pero de los dos a la vez es una novedad. A la mañana siguiente un mensaje de buenos días y que nos volvía a pagar esa noche y además nos invitaba a cenar. Una cena deliciosa y un nuevo servicio en su casa. 

Y la tercera cita un nuevo restaurante y de regalo ropa de Armani para los dos, que nos había preguntado las tallas. Todos los días un buenos días, que nos quiere, que nos echa de menos... un cliente que nos paga cada día pero que cree que somos dos simples turistas de los que se ha enamorado. Y como no le hace daño, no me contamos la verdad y que disfrute de su fantasía. 

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